martes, 25 de agosto de 2009

HERMANOS LUMIERE: LOS CREADORES DEL CINE



Auguste y Louis Lumière son los grandes padres del cine.

Auguste (Besançon, Francia, 1862-Lyón, 1954) y Louis (Besançon, 1864-Bandol, Francia, 1948). Ambos realizaron importantes descubrimientos en el campo de la fotografía. Su padre, Antoine, era un conocido pintor retratista que se había retirado para dedicarse al negocio de la fotografía. Tanto Louis como Auguste continuaron con el negocio familiar.

Louis desarrolló un novedoso método para la preparación de placas fotográficas, que convirtió la empresa familiar en líder europeo del sector. En 1894, Antoine fue invitado a presenciar una demostración del kinetoscopio de Edison. Fascinado por el invento, propuso a sus hijos que buscasen la manera de mejorarlo, ya que se trataba de un aparatoso artilugio, cuyas proyecciones sólo se podían contemplar a través de una ventanilla.
Un año más tarde, Louis había hallado la solución. En 1895 Louis consigue construir en Lyón, el primer aparato cinematográfico. Con él rodó la salida de los obreros de su fábrica, su primera película formó parte del primer programa cinematográfico presentado en público, en París el 28 de diciembre del presente año.

Uno de sus primeros films, La llegada de un tren a la estación de Ciotat, el efecto de una locomotora que parecía salir de la pantalla fue sorprendente.

Mientras Auguste seguía con sus actividades hacia la biología, Louis Lumière siguió innovando en el campo de la imagen con la creación del fotograma, la placa de tricromo para fotografiar en color, la fotografía en relieve y el cine estereoscopio.

PRIMERA PELICULA (1895)

martes, 4 de agosto de 2009

EL SONIDO EN EL CINE

El uso de efectos de sonido representó un ingrediente importante para complementar las carencias y los espacios en blanco dejados por una era en la que los efectos especiales dejaban mucho que desear. Un buen ejemplo sería cuando Moe golpea con un martillo a sus compañeros chiflados, algo que se conseguía al impactar esta herramienta contra un objeto macizo o rígido, dando a entender al televidente que los personajes eran cabezadura o, en muchos casos, incluso huecos de cerebro. Los tambores se usaban para ocasionar el sonido producido ante el golpe ficticio a las zonas bajas del cuerpo, y el violín hacía lo propio para representar al típico piquete de ojos. Cuando determinadas extremidades como los dedos de las manos o de los pies, o la misma nariz eran mordidas, pellizcadas o presionadas, un ruido parecido al ocasionado tras partir una nuez acompañaba de fondo.
De alguna manera, el ingenioso uso de estos efectos de audio fue lo que propició, en gran medida, el éxito del espectáculo, ya que el prescindir de ellos podría haber desembocado en algo monótono y prejuzgado de violento.

LOS TRES CHIFLADOS



Los protagonistas de los Tres Chiflados, Moe Howard (Moises Horwitz), sus hermanos Curly (Jerome Lester Horwitz) y Shemp (Samuel Horwitz) (junto a su amigo Larry (Louis Feinberg)) eran los hijos de Solomon y Jennie Horwitz, una sacrificada familia de inmigrantes judíos de Bensonhurst, Nueva York, provenientes de la pobre Lituania, en la lejana Europa del Este.

Fue tal vez el duro camino que le toco sortear a sus padre lo que inspiró a estos genios de la comedia a crear una comedia anárquica, agresiva, y cínica en algunos momentos, que logró despertar a la conformista, pero a la vez deprimida, sociedad norteamericana de la década del treinta, rompiendo todas las normas sobre el comportamiento “políticamente correcto” en la sociedad.

Pero el camino para formar la leyenda de los Tres Chiflados fue duro y lleno de dificultades, recibiendo a cambio el tributo de un público que no dudó en ovacionarlos hasta el cansancio, (el cual dura hasta hoy en día), pero no así su correspondiente reconocimiento económico, ya que de hecho sólo llegaron a recibir no más de 8 mil dólares por sus producciones, y jamás consiguieron la estabilidad económica que su estrellato les debió.

Comienza la leyenda

Corría el año 1922, cuando Ted Healy, un cómico de vodevil, tuvo algunas discusiones referentes a su acto de acrobacia alemana, tan sólo un rato antes que comenzará su exhibición en el Brooklyn Prospect Theatre, de Nueva York. El show de Healy fue cancelado, por lo que Ted quedó sólo y decidió llamar dos de sus amigos antiguos, quienes hacía shows de slapstick, Moe y Shemp Howard, para formar un nuevo grupo.

En su primera presentación, los tres hicieron una función inolvidable, a la que todo el público aplaudió de pie, y este fue sin dudas el comienzo de la leyenda de los Tres Chiflados, aunque todavía sin su nombre.

Los Howards y Healy hicieron giras de teatro durante tres años, deslumbrando a cualquier audiencia que asistiera a verlos. Pero en 1925, Shemp dejó el grupo para presentarse en soledad. Así, una noche en Filadelfia, Moe le sugirió a Ted otro artista que podría hacer un buen reemplazo. Se trataba de Larry Fine, miembro de un equipo de canción y baile llamado "Haney Sisters and Fine". Larry tocó el violín e hizo un baile ruso al compás de "My Old Kentucky Home". Tan buena fue su actuación, que Moe y Healy lo convocaron para ser el nuevo integrante del grupo, formando otro trío hasta 1927.

Ese año, Moe y Larry dejaron el grupo temporalmente. Moe quiso estar más cerca de su familia, ya que su esposa había dado a luz a su primer hijo, y Larry se casó con una de las Haney Sisters, Mabel. Shemp volvió a juntarse a Ted y ambos comenzaron a aparecer en el show de Broadway "A Night In Spain", junto con otros cómicos. Moe y Larry regresaron al grupo en 1929, justo a tiempo para otra exposición de Broadway, "A Night in Venice".

Esta última, fue la primera vez que Moe, Larry, y Shemp actuaron todos juntos al mismo tiempo. El acto tuvo varios nombres durante sus primeros años de existencia. Generalmente se llamaba "Ted Healy and His Racketeers", pero en otros momentos se llamó "Ted Healy and His Three Southerns Gentlemen", "Ted Healy and His Gang" o "Ted Healy and His Stooges" aunque nunca se denominó "Ted Healy and His Three Stooges".

Ted era siempre el líder en las actuaciones, y a menudo él también se quedaba con la mayor parte de la recaudación, pero los mayores aplausos se los llevaba Moe, quién hacia sus clásicas morisquetas frente a la parsimonia de Healy.

Finalmente, para 1930, Moe, Larry, y Shemp se había cansado de los abusos de Healy, así como se de su constante adicción a la bebida. Fue así que decidieron separarse de Ted y comenzar un show propio. Para esto, contrataron a Jack Walsh para que los ayude a administrarse y llamaron a su propio acto "Tres Lost Souls" (Tres Almas Perdidas). Ted, por su parte, trató de reemplazar al fabuloso trío, pero jamás volvió a gozar de una repercusión, ni siquiera mínima, con sus nuevos acompañantes.

Fue entonces que se arrodilló y les imploró a Moe, Larry, y Shemp que regresaran con él, algo que ellos finalmente decidieron hacer cuando tuvieron una oportunidad para ser estrellas en el musical de Broadway de J. J. Shubert denominado "The Passing Show of 1932".

Sin embargo, Ted recibió una mejor oferta de Balaban & Katz Circuit y se desligó así de su contrato con Shubert, pero no sin antes tentar a Moe y a Larry para que se unieran a él, algo que finalmente hicieron. Shemp, sin embargo, estaba cansado de Ted, por lo que decidió permanecer en la exposición de Shubert.

Así, al necesitar un reemplazo para Shemp, Moe le habló a Ted acerca de su hermano menor Jerome. Ted le dio una prueba de audición, y concordó en que Jerome se uniera, pero sólo si se afeitaba la cabeza dejándose un rulo, algo que Jerome hizo, así como adoptar el apodo de "Curly" (rulito).

Pero fue recién en 1933 cuando Hollywood descubrió a los chiflados. Un agente de MGM los encaró en uno de sus actos, y les propuso firmar un contrato de un año. Antes de esto, los Chiflados sólo habían hecho una aparición en una película, la cual fue producida por Fox en 1930 y se llamó "Soup to Nuts" todavía cuándo Shemp estaba junto a ellos. Durante su año de contrato con la MGM, Ted y sus Chiflados protagonizaron varios cortos y apariciones en varias películas, entre las que se encontraban la muy famosa "Dancing Lady" con Joan Crawford Clark Gable.

Los Tres Chiflados dan a luz

El éxito fue evidente, y a principios de 1934, la Columbia le ofreció a los Chiflados firmar otro contrato, aunque esta vez sin Ted Healy. Moe, Larry, y Curly aprovecharon la ocasión y firmaron el contrato. Así comenzó su asociación con la Columbia, donde ellos comenzaron a ser oficialmente los Tres Chiflados, actuando sus personajes durante largos veinticuatro años, hasta 1958, lo que significó el contrato más largo en la historia de Hollywood.

En un principio, los Tres Chiflados hicieron para Columbia un corto llamado "Woman Haters", el cual era diferente a todos los cortos que le seguirían, pues era un musical con diálogos rimados. Su segundo corto se llamó "Punch Drunks", en donde Curly era un pugilista que se volvía loco cuando oía "Pop goes the Weasel". Este fue el único corto en el que los Tres Chiflados pudieron escribir el guión. En su tercer corto, "Men in Black" los Chiflados hacían del Dr. Howard, Dr. Fine, y Dr. Howard, y gracias a su actuación consiguieron una nominación para el Premio de la Academia, aunque perdieron con su competencia, "Three Little Pigs". El cuarto corto, casualmente, fue titulado "Three Little Pigskins".

Pero los mismos fueron sólo el comienzo de la leyenda protagonizada por Moe, Larry, y Curly, quienes protagonizarían 97 cortos entre de 17 minutos de largo entre 1934 y 1946, con un promedio de ocho por año. Este fue sin dudas el período más recordado y celebre de la carrera de los Tres Chiflados.

En 1946, durante la filmación de la comedia número 97 de los Tres Chiflados, "Half-Wits’ Holiday", Curly sufrió un ataque al corazón que lo forzó a dejar la actuación. Y luego de seis años de retiro, Curly sufriría una serie de ataques que lo llevaron a la muerte prematura el 18 de enero de 1952, a la edad de 48 años, no sin antes hacer algunos bolos menores en los siguientes capítulos de los Tres Chiflados, y siendo el Cuarto Chiflado en el capítulo número cien.

En efecto, Moe decidió que el reemplazo natural de Curly era Shemp, quien era un gran cómico que tuvo una carrera solista muy exitosa luego de abandonar a los Chiflados en 1932, y conocía el show mejor que nadie, por lo que en 1946, Shemp volvió a ser una vez más el tercer Chiflado. Moe, Larry, y Shemp continuaron en la Columbia, estrenando 77 cortos más entre 1946 y 1955. Incluso, llegaron a protagonizar su primera película, una producción United Artists llamada "Gold Raiders", en 1951.

Pero entonces, el 23 de noviembre de 1955, la desgracia volvería a visitar a los Chiflados y la familia de Howard. Shemp y Al Winston, un amigo, fueron a ver una pelea de box al Hollywood Legion Stadium. A la salida, tomaron un taxi y Shemp encendió su cigarro. Pero sorpresivamente se desmayó sobre su amigo al sufrir un ataque cardíaco, falleciendo al instante, a los sesenta años. Moe había perdido dos hermanos, y Larry dos amigos cercanos. Fue una decisión difícil para ellos, pero decidieron que el show debía continuar.

Así, en 1956, el cómico Joe Besser fue convocado para unirse a la actuación. Joe era también famoso para su personaje denominado "Stinky" en el Show de Abbot y Costello, y por la voz de "Babu" en la tira humorística "Jeannie" de Hanna Barbera. Pero Joe no permaneció con los Chiflados durante mucho tiempo, ya que después de dos años y sólo dieciséis cortos realizados juntos, la Columbia decidió no renovar el contrato de los Chiflados para 1958. Así, el 20 de diciembre de 1957, los Tres Chiflados finalizarían su serie de 190 películas en veinticuatro años.

Joe Besser también se alejó del grupo a principios de 1958, cuando su esposa sufrió un infarto, por lo que Moe y Larry tuvieron que enfrentarse una vez más a la decisión de continuar o no sus personajes. Entonces, algo increíble sucedió. En enero de 1958, el canal de televisión Screem Gems repitió 78 cortos de los Tres Chiflados, y con ellos, toda una nueva generación de niños los descubrió, haciéndolos nuevamente tremendamente populares. Repentinamente, los Tres Chiflados eran incluso más famosos que lo que lo habían sido jamás, y fueron convocados para hacer todo tipo de actuaciones en teatro.

Así, Moe y Larry decidieron continuar su actuación. Larry le sugirió a Moe que el cómico Joe DeRita, a quien había visto en "Minsky’s Follies of 1958", haría un buen "Curly", gracias a su estatura física. Así, DeRita se afeitó la cabeza y se unió al show con el nombre de "Joe Curly".

Fue entonces que Moe, Larry, y Joe Curly protagonizaron entre 1959 y 1965 cinco películas para la Columbia, el mismo estudio que los había despedido un año atrás. Las películas, se llamaron "Have Rocket, Will Travel" (1959), " The Three Stooges Meet Hercules" (1962), "The Three Stooges in Orbit" (1962), "The Three Stooges Go Around the World in a Daze" (1963), y "The Outlaws Is Coming" (1965).

Asimismo, también protagonizaron en 1961 una película para la 20th Century Fox llamada "Show White and The Three Stooges". Y además tuvieron su versión de dibujitos animados en 1965, llamado "The New Three Stooges".

En 1970, durante la filmación de una película para la televisión llamada "Kook’s Tours" Larry sufrió un ataque al corazón que paralizó la mitad izquierda de su cuerpo. Esta vez, Moe decidió que el show no podría continuar sin Larry, y "Kook’s Tour" nunca se terminó ni fue estrenada. Así, la última aparición de los Tres Chiflados fue en un corto de 1968 para el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, llamada "Star Spangled Salesman".

Larry falleció poco después, un 24 de enero de 1975, a la edad de 72 años. Moe Howard murió a los cuatro meses, el 4 de mayo de 1975, a los 77 años. Joe Besser, por su parte, falleció en 1988, a la edad de 80 años, y Joe DeRita murió en 1993, en los 84 años.

La leyenda que nunca acabará

Pero hoy día, casi 30 años después desde que los Tres Chiflados finalizaron su actuación, ellos son todavía tremendamente populares, y se han convertido en un mito y una leyenda que difícilmente pueda alcanzar otro grupo.

Sus clubes de fans de multiplican por miles en todos los países del mundo, y constantemente los canales emiten al mediodía o la medianoche su fantástico show. El periodista de la revista Variety, Michael Fleming, los reconoce como verdaderos "íconos" de la cultura popular, y hace poco edito su biografía, la cual fue filmada para el canal de televisión ABC con producción de Mel Gibson, quien se reconoce como un gran fanático. Incluso, el gobierno de Mongolia publicó estampillas con sus rostros.

Los Tres Chiflados fueron, junto a los Hermanos Marx, Laurel y Hardy, Abbot y Costello, los más grandes cómicos de la historia de Hollywood, y seguramente, por muchos años, varias generaciones nuevas podrán conocer su magia y su encanto, por lo que sin ningún lugar a dudas Los Tres Chiflados permanecerán vivos para siempre.


"EL TRIUNFO DE UN CHIFLADO" - PARTE I

HISTORIA DEL CINE

La idea de capturar el movimiento por medios mecánicos es muy antigua. Existieron antecedentes en la cámara oscura, o el taumatropo. La técnica para captar la realidad por medios luminosos había sido ya desarrollada por los inventores del daguerrotipo y la fotografía, a mediados del XIX. Thomas Alva Edison, inventor de la lámpara incandescente y el fonógrafo, estuvo muy cerca también de inventar el cine, al crear el kinetoscopio, el cual, sin embargo, sólo permitía funciones muy limitadas. Inspirándose en éste, los hermanos Lumière, hijos del fotógrafo Antoine Lumière, crearon el cinematógrafo. La primera presentación fue en el ya mencionado 28 de diciembre de 1895, y consistió en una serie de imágenes documentales, de las cuales se recuerda para la anécdota aquella en la que un tren parecía abalanzarse sobre los espectadores, ante lo cual éstos reaccionaron con un instintivo pavor.

Por un tiempo, el cine fue considerado una atracción menor, incluso un número de feria, pero cuando George Méliès usó todos sus recursos para simular experiencias mágicas, creando rudimentarios -pero eficaces- efectos especiales, los noveles realizadores captaron las grandes posibilidades que el invento ofrecía. De esta manera, en la primera década del siglo XX surgieron múltiples pequeños estudios fílmicos, tanto en Estados Unidos como en Europa. En la época, los filmes eran de pocos minutos y metraje, trataban temas más o menos simples, y tanto por decorados como por vestuario, eran de producción relativamente barata. Además, la técnica no había resuelto el problema del sonido, por lo que las funciones se acompañaban con un piano y un relator (ver cine mudo). Pero en este tiempo surgieron la casi totalidad de los géneros cinematográficos (ciencia ficción, históricas o de época); el género ausente fue, por supuesto, la comedia musical, que debería esperar hasta la aparición del cine sonoro.

También en la época se produjeron los primeros juicios en torno a los derechos de autor de las adaptaciones de novelas y obras teatrales al cine, lo que llevaría con el tiempo a la creación de las franquicias cinematográficas basadas en personajes o sagas.